Ante los recientes aumentos en las tarifas de gas, muchos usuarios se ven en la necesidad de buscar formas de ahorrar para mitigar el impacto en sus bolsillos

En este contexto, moderar el consumo de gas en el hogar puede ser una estrategia efectiva para reducir los costos. A continuación, presentamos algunos consejos básicos que pueden ayudarte a lograrlo.

Cómo ahorrar en el consumo de gas en el hogar

1. Apaga el piloto del calefón: aunque durante el calor el consumo de gas suele ser menor, es importante recordar que los calefones continúan gastando gas cuando están prendidos sin ser utilizados. Por eso, se recomienda apagar el piloto cada vez que no se esté utilizando el calefón para reducir el consumo de manera considerable.

2. Controla el uso de agua caliente: deja siempre las canillas en posición de agua fría cuando no se estén utilizando. En muchas ocasiones, no es necesario utilizar agua caliente, pero al tener las canillas en esa posición, se enciende el calefón automáticamente cada vez que se abre el grifo, aumentando así el consumo de gas.

3. Prepara tu hogar para el invierno:

Ajusta la temperatura de la estufa o calefactor a un nivel medio (alrededor de 20 grados) y luego bájalo a 16 grados, más cerca del mínimo, para mantener un ambiente confortable.

Aísla puertas y ventanas con burletes o selladores para conservar el calor en el hogar, lo que ayuda a reducir la necesidad de utilizar la calefacción.

Aprovecha la luz solar abriendo las persianas durante el día para calentar naturalmente el ambiente y reduce así la dependencia de la calefacción.

Ventila la casa en horas cercanas al mediodía para renovar el aire y eliminar la humedad sin perder calor.

Asegúrate de que no haya objetos obstruyendo la salida de calor de los calefactores para optimizar su rendimiento.

4. Mantenimiento preventivo: contrata servicios de mantenimiento para revisar los artefactos de gas de manera regular y evitar sorpresas o emergencias.

5. Apaga la calefacción cuando no la necesites: no dejes la calefacción encendida cuando la casa esté vacía, aunque sea por poco tiempo. Además, evita utilizar las hornallas o el horno para calefaccionar el ambiente, ya que además de gastar gas, puede representar un riesgo para la seguridad.